La compra de un coche de segunda mano puede ser una excelente opción para ahorrar dinero y obtener un vehículo de calidad. Sin embargo, uno de los mayores riesgos asociados con la compra de vehículos usados es la posible manipulación del kilometraje.

Este fraude, conocido como “clocking” o “rollback”, implica reducir el número de kilómetros en el odómetro para hacer que el coche parezca menos usado de lo que realmente es, lo que puede inflar su valor de mercado de manera injusta y engañosa.

El kilometraje de un coche es un factor crítico que influye en su valor, su estado general y su vida útil restante. Un kilometraje alto suele indicar un mayor desgaste del vehículo, lo que puede traducirse en más reparaciones y un menor valor de reventa.

Por esta razón, algunos vendedores deshonestos pueden manipular el odómetro para hacer que el coche parezca más nuevo y menos usado. Comprar un coche con kilometraje manipulado no solo implica pagar más de lo que vale, sino también enfrentar posibles problemas mecánicos que no se correspondan con el supuesto estado del vehículo.

Señales de advertencia de kilometraje manipulado

Antes de sumergirnos en cómo verificar el kilometraje, es útil saber qué señales pueden indicar que un coche ha sido objeto de manipulación de kilometraje:

  1. Desgaste inconsistente: Si un coche muestra un bajo kilometraje, pero tiene un desgaste significativo en el volante, los pedales, o los asientos, esto puede ser una señal de que el odómetro ha sido manipulado.
  2. Falta de documentación de mantenimiento: Los coches bien mantenidos suelen tener un historial de mantenimiento detallado. La falta de documentación puede ser una señal de que el vendedor está ocultando el verdadero kilometraje.
  3. Comportamiento inconsistente del odómetro: Si el odómetro muestra números desalineados o temblorosos, especialmente en vehículos con odómetros mecánicos, esto puede indicar manipulación.
  4. Precio demasiado bajo o alto: Un precio que no se alinea con el kilometraje y la condición del coche puede ser una señal de advertencia. Los precios muy bajos pueden intentar compensar defectos ocultos, mientras que los precios muy altos pueden sugerir un intento de ocultar un alto kilometraje real.

Verificación del kilometraje

Existen varias estrategias que puedes seguir para verificar el kilometraje de un coche de segunda mano y asegurarte de que no ha sido manipulado:

1. Revisa el historial del vehículo

La revisión del historial del vehículo es uno de los pasos más importantes y efectivos para detectar manipulación de kilometraje. Utiliza servicios en línea que proporcionan informes detallados basados en el número de identificación del vehículo (VIN). Estos informes incluyen datos sobre la propiedad del coche, accidentes y, crucialmente, registros de kilometraje en distintas etapas de su vida útil. Comparar estos registros con el kilometraje actual puede revelar inconsistencias y posibles manipulaciones.

2. Inspección física del vehículo

Una inspección física detallada puede revelar signos de manipulación. Examina los pedales de freno y acelerador, el volante, y los asientos para ver si muestran un desgaste excesivo en comparación con el kilometraje. Un coche con, por ejemplo, 30,000 kilómetros no debería tener pedales desgastados o un volante descolorido.

3. Verifica el historial de mantenimiento

Solicita el historial de mantenimiento del vehículo. Los registros de servicios y reparaciones deben tener anotaciones del kilometraje en el momento del servicio. Compara estos registros con el kilometraje actual del coche. Las discrepancias entre estos registros y el odómetro pueden indicar manipulación.

4. Consulta con un mecánico de confianza

Un mecánico experimentado puede identificar signos de desgaste que no se corresponden con el kilometraje reportado. Por ejemplo, el estado de componentes como los discos de freno, las bujías, y las correas pueden dar pistas sobre el verdadero uso del coche. Un mecánico también puede utilizar herramientas de diagnóstico para verificar la coherencia de los datos del coche.

5. Compara el kilometraje con el estado general del coche

El estado general del coche debe ser coherente con el kilometraje reportado. Un coche con bajo kilometraje debería estar en buenas condiciones, con pocos signos de desgaste tanto en el exterior como en el interior. Los neumáticos, los frenos y otros componentes deben mostrar un desgaste acorde al kilometraje.

6. Verifica los registros en la ITV

En muchos países, los registros de inspección técnica de vehículos (ITV) incluyen anotaciones del kilometraje. Consulta los registros de la ITV para ver si hay inconsistencias con el kilometraje actual del coche. La comparación de estos registros puede ser una forma efectiva de detectar manipulaciones.

7. Utiliza herramientas de diagnóstico electrónico

Los coches modernos tienen sistemas electrónicos que registran el kilometraje en múltiples módulos del vehículo. Los escáneres de diagnóstico pueden acceder a estos datos y verificar si el kilometraje del odómetro coincide con los datos almacenados en otros módulos del coche. Esta discrepancia puede ser una señal clara de manipulación.

8. Pregunta al vendedor

Aunque no siempre es efectivo, hacer preguntas directas al vendedor sobre el historial del coche y su kilometraje puede revelar pistas. Un vendedor honesto debería proporcionar respuestas claras y coherentes, así como la documentación necesaria para respaldar sus afirmaciones.

Comprar un coche de segunda mano puede ser una experiencia gratificante, pero requiere precaución y diligencia para evitar fraudes como la manipulación del kilometraje.

Utilizar una combinación de verificaciones del historial, inspecciones físicas y consultas con profesionales puede ayudarte a asegurarte de que el coche que estás considerando no tenga su kilometraje manipulado. La inversión de tiempo y esfuerzo en estas verificaciones puede ahorrarte una gran cantidad de dinero y problemas a largo plazo. Asegúrate de hacer tus deberes y mantente alerta para que tu próxima compra de coche de segunda mano sea segura y satisfactoria.