En los últimos años la conciencia medioambiental de la sociedad ha aumentado considerablemente. Cada vez es mayor el número de gente sensibilizada por la necesidad de conservar y proteger la naturaleza, la cual es un factor clave para garantizar nuestro futuro.

Nuestra actividad deja una huella ecológica inevitable, pero en nuestras manos está el minimizarla al máximo posible. En el sector del automóvil son muchos los fabricantes que ya han optado por alternativas más verdes. Los coches consumen menos, emiten menos emisiones, y se fabrican de una forma más ‘verde’. Pero ¿sabías que conducir un coche de segunda mano también es bueno para el medioambiente?

 

Fabricar un coche nuevo gasta 4.000 litros de agua

La industria del automóvil utiliza hasta 4.000 litros de agua para fabricar un solo coche. El trabajo en las cabinas de pintura, el proceso de lavado y las pruebas para comprobar que no entra lluvia al vehículo se llevan la mayor parte del consumo.

Todo este gasto, multiplicado por los más de 2,2 millones de vehículos que se fabrican en España, suman 8.800 millones de litros, equivalentes a 2.600 piscinas olímpicas. Y aunque los fabricantes trabajan por reducir cada vez más esta cifra y tratan de utilizar agua reciclada, una de las mejores formas de optimizar este uso es optar por un coche de segunda mano, otra manera de reducir nuestro consumo de agua.

 

Realizando un mantenimiento correcto un coche puede llegar a los 500.000 kilómetros

Seguro que alguna vez has visto un coche con un kilometraje alto y has dudado en comprarlo: ¿hasta cuántos kilómetros puede durar? Pues bien, lo cierto es que cualquier vehículo puede disfrutarse durante al menos 250.000 kilómetros, ya que está preparado sobradamente para ello.

Sin embargo, si además realizamos un buen uso, un correcto mantenimiento y le sometemos a revisiones periódicas, puede llegar a los 500.000 kilómetros. Eso significa que, si lo cuidas, juntos podríais dar 6 vueltas a la Tierra. ¿Increíble, verdad? Por esto, conducir un coche de segunda mano es una forma de reutilizar y darle una segunda vida.

 

Producir un vehículo contamina tanto como recorrer 170.000 kilómetros

Sí, los vehículos contaminan. Es innegable. Pero necesitamos utilizarlos para ir al trabajo, hacer la compra, viajar… Y en ese camino inevitablemente emitimos CO2 a la atmósfera.

No obstante, no solo se contamina conduciendo. En la fabricación de un coche se generan entre 5 y 25 toneladas de CO2, una cantidad que equivale a recorrer unos 170.000 kilómetros. Dicho de otra forma: hasta que no conduzcamos 170.000 kilómetros no habremos contaminado tanto como en la producción del vehículo. Otro motivo por el que comprar un coche de segunda mano es un modo de reciclaje.

 

Reconducir ayuda a reducir nuestra huella ecológica

Por todo lo mencionado anteriormente, conducir un coche de segunda mano ayuda a reducir nuestro impacto medioambiental. Esto se logra reduciendo y optimizando el consumo de agua, reutilizando un producto que ya se ha producido y reciclándolo para emitir menos CO2 a la atmósfera. De la unión de estas tres acciones (reducir, reutilizar y reciclar) se crea un estilo de vida más sostenible: reconducir.

Reconducir no es optar por un coche de segunda mano por su precio, o porque no queremos unirnos a las listas de espera por un modelo nuevo. Es elegir una alternativa más sostenible. Una opción buena para ti y buena para el planeta. Porque, aunque sigamos hablando de ellos como coches de segunda mano y de precios más asequibles, en realidad son vehículos reacondicionados, que han pasado por un proceso de revisión y reacondicionamiento que alarga su vida útil y evita generar nuevos residuos.

En HR Motor estamos comprometidos con la sostenibilidad, concediendo una segunda vida a nuestros coches. ¡Aprovéchala!