Comenzamos un nuevo año y con él la sombra de las restricciones urbanas anticontaminación se hace un poco más latente.
Por ejemplo, este año la etiqueta medioambiental de tu coche cobra un poco más de “sentido” si tu coche no está empadronado en la ciudad de Madrid, por ejemplo, obligando a aquellos que no cumplan este requisito a no poder circular dentro de los límites de las zonas de bajas emisiones, también denominadas Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida.
Si bien, aún queda un “largo” recorrido hasta que la Unión Europea no pueda vender coches de combustión más allá del 2035, el contexto hace que los conductores se replanten un poco más un cambio de vehículo que les ayude a quedar exentos de los límites medioambientales marcados.
En este nuevo post de HR Motor aportamos una guía básica sobre las principales diferencias que ofrecen, en este caso, tanto los coches eléctricos como los coches híbridos.
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Coches eléctricos vs. Híbridos: diferentes apuestas de movilidad
El motor de combustión tradicional continua presente en el panorama automovilístico, no obstante, cada año el mercado automotriz amplía o estimula distintas alternativas de motorización que, a priori, tienen intención de dar solución a varias casuísticas enmarcadas en la actualidad y que a su vez crean más dudas entre los conductores que se deciden a adquirir un nuevo coche.
Aunque la historia del primer híbrido que se produjo de forma comercial se remonta al año 1900 -con el modelo creado por el ingeniero Ferdinand Porsche, cuya autonomía en modo eléctrico era de 64 km-, realmente el impulsor de la fabricación en serie e implantación de esta tecnología recae en Japón.
El país nipón mantiene a día de hoy una postura firme en su apuesta por los vehículos híbridos, en consonancia con el hito que Toyota marcó hace 26 años con el lanzamiento de su pionero Toyota Prius -disponible en HR Motor-, y que poco tiempo después la marca japonesa Honda imitó en su primer modelo híbrido Insight.
El compromiso de los países asiáticos con esta motorización se ha visto reflejado claramente en sus estadísticas de ventas de coche en el último año, según Bloomberg. Mientras tanto, en Europa, existe más tendencia hacia los vehículos eléctricos -segmento urbano y compacto- o microhíbrido -vehículos más pesados-.
A la hora de determinar qué opción contamina más o cuál contamina menos, si es más económica que otra o las diferencias sobre cómo se cargan, principalmente, nos abordaremos en saber cómo funcionan. Veamos en qué consisten.
Coches híbridos: diferentes principios para un mismo fin
A la hora de hablar de hibridación es necesario tener en cuenta que estos coches poseen una doble motorización, donde se combina un motor térmico y un motor eléctrico, independientemente del uso de varios combustibles. Por tanto, dentro del concepto de coches híbridos, los vehículos con tecnología bimodal que pueden utilizar varios combustibles dentro del mismo motor; como ocurre con automóviles que utilizan gasolina y GLP o GNC, no están enmarcados dentro de esta categoría.
A su vez, dentro de esta categoría, existen unas nomenclaturas cada vez más familiares como son:
- MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle).
- HEV (Hybrid Electric Vehicle).
- PHEV (plug-in Electric Vehicle), que clasificaran, por decirlo llanamente, el porcentaje de hibridación y el protagonismo de la electrificación.
Mild Hybrid/microhíbridos/MHEV
En el caso de menor hibridación nos encontramos los coches Mild Hybrid.
Estos vehículos cuentan con un motor térmico convencional encargado de transmitir la potencia a las ruedas y al que se le ha incorporado un motor eléctrico de pequeñas dimensiones y una batería -recargándose en los descensos y frenadas- que, generalmente, suele ir asociada a la función Start/Stop-, la cual permite apagar el motor térmico en las paradas y en los semáforos (es relevante no confundir esta función con el propio sistema híbrido)-.
Por tal razón, este sistema, que optimiza el rendimiento del motor térmico convencional, reduce los consumos entre un 5% y un 15%, a la par que ayuda en aquellos momentos de máxima potencia.
Las principales marcas europeas tienen en sus catálogos modelos con tecnología Mild Hybrid, ya que es sencilla y con un tacto de conducción prácticamente imperceptible, asociado tanto a caja de cambios manual como automática, y que además permite disfrutar de la etiqueta ECO.
En nuestra web tenemos múltiples modelos, desde el popular urbano Fiat 500 hasta un espectacular suv BMW X5 (333CV).
Híbrido combinado/HEV
Muchos lo conocen como híbridos normales o híbridos puros, pero el híbrido combinado sería el siguiente nivel de hibridación.
En este caso, el motor eléctrico que dispone es un motor más potente y su batería está dotada de más capacidad, lo que permite mover el vehículo en modo eléctrico durante las arrancadas suaves o en aquellos tramos del recorrido que no exijan mucha carga al motor.
Por ello, la reducción del consumo es más sustancial -principalmente si circulamos por ciudad; debido al número de arrancadas en atasco y semáforos-, siempre y cuando no abusamos del acelerador, puesto que el impulso se hará en modo eléctrico, siendo esta una de las situaciones donde aumenta el consumo en el supuesto de disponer de un vehículo convencional.
La conducción y el uso de este tipo de híbridos es parejo al de un coche convencional, ya que la recarga de la batería se realiza también de forma regenerativa (en frenadas y pendientes), eximiendo la implementación de recarga por enchufe.
En cuestiones de mecánica, la transmisión a las ruedas se hará mediante diferentes tipos de tecnologías que darán más o menos protagonismo al motor eléctrico, pero, en su mayor parte, serán coches automáticos en cuanto a conducción, contando con diferentes modos que harán intervenir de diferente manera la parte eléctrica.
Principalmente, esta tecnología ha sido desarrollada por las marcas japonesas y coreanas, de las que muchos de los modelos los tenemos disponibles en HR Motor, como el Toyota Corolla -CHR o RAV4- o modelos de la marca coreana Hyundai, como el Hyundai Ioniq o Hyundai Tucson.
Híbrido enchufable: PHEV
En este nivel de hibridación, el motor eléctrico de este tipo de vehículos es aún más potente y, por su parte, la batería tiene más capacidad, pudiéndose recargar no solamente de forma regenerativa, sino también por enchufe especialmente destinados para ello, debido al tipo de cable y enchufe, diseñados para prevenir cualquier tipo de accidentes.
Gracias a esta tecnología, los coches enmarcados dentro de esta sub-tipología podrán realizar trayectos en modo eléctrico, y como beneficio añadido, aquellos eléctricos con una autonomía superior a 40 km tendrán derecho al distintivo ambiental cero emisiones (etiqueta medioambiental azul).
Por contra, los híbridos enchufables suelen ser coches más pesados para llevar a cabo trayectos largos o conducciones deportivas, conllevando como consecuencia un aumento del consumo con relación al equivalente convencional.
Su conducción irá siempre asociada a cambios automáticos, y los modos de conducción tendrán más protagonismo, influyendo en el consumo de combustible o la batería.
En este caso, tanto marcas europeas como asiáticas han comercializado modelos con este tipo de tecnología. Igualmente, en HR Motor contamos con múltiples ejemplos. Aquellos interesados que filtren por motorización “Hibrido enchufable” -teniendo en cuenta distintos segmentos-, podrá ver que en nuestro catálogo disponemos desde un Kia Niro, Kia Ceed o el crossover XCeed; Hyundai Ioniq; compactos como el Audi A3; berlinas prestacionales como el Skoda Octavia RS PHEV o Suv como el Volvo XC60 o Audi Q5.
El coche eléctrico y sus distintas categorías
Pese a que no son tan conocidas el coche eléctrico también entraña un mundo donde nos encontramos varias categorías con sus correspondientes nomenclaturas. Por tanto, tendríamos: BEV (Battery Electric Vehicle), FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle) o EREV (Extended Range Electric Vehicle).
La mayoría de la automoción eléctrica de uso particular se ha orientado hacia la categoría BEV, que vendría a ser el 100% eléctrico, con autonomías cada vez más altas -con medias en torno a los 400km- y puntos de recarga cada vez más extendidos.
Como ejemplos disponemos desde Renault Zoe, Nissan Leaf, Peugeot 208, Tesla Model 3 y Tesla Model S e, incluso, un exclusivo MB EQB.
En segundo lugar, los FCEV tiene presencia meramente testimonial en el mercado, dado que, en este caso, el motor eléctrico es accionado por una reacción química de la pila de hidrógeno, una tecnología que le provee una gran autonomía, sin embargo, el fallo que hace que no se extienda más allá es que no hay casi puntos de recarga y que suelen tener un precio muy elevado.
Por último, el EREV se trata de una tecnología en el que uno o varios motores eléctricos accionan las ruedas y donde la batería permite recargar por enchufe, pero combinada con un motor de combustión para que, en caso de necesidad, recarguen las baterías si estas se quedan sin energía.
Si bien, a los Extended Range Electric Vehicle se les llama eléctrico por el protagonismo que ejercen los motores al ser los encargados de accionar las ruedas, esta tipología podría encuadrarse dentro del híbrido más extremo -también casi testimonial-, pero existen modelos con una ligera acogida como el Opel Ampera.