La inyección indirecta es un sistema de alimentación de combustible que se utiliza en los motores de los vehículos. Este término hace referencia a la forma en la cual el combustible es introducido en el motor de un coche. En la inyección indirecta, el combustible no es enviado directamente a la cámara de combustión como en la inyección directa. En su lugar, el combustible es inicialmente enviado a un pre-cámara o al colector de admisión, desde donde pasará después a la cámara de combustión a través de las válvulas de admisión.
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Historia de la inyección indirecta
El sistema de inyección indirecta fue una creación de los ingenieros de Benz durante el año 1897. En sus inicios, este sistema fue utilizado principalmente en motores diésel y fue fundamental para el desarrollo de los primeros automóviles. La inyección indirecta dio paso a importantes mejoras en lo que respecta a la eficiencia del combustible y a las prestaciones del motor, único método hasta que entró en escena la inyección directa, a partir de entonces se ha ido alternando la popularidad de uno y otro sistema según la época y las tecnologías reinantes en su momento.
Evolución de la inyección indirecta
Desde sus inicios, la inyección indirecta ha vivido una evolución tecnológica muy importante. Los sistemas iniciales eran mecánicos y bastante simples, pero a medida que la tecnología fue avanzando se fueron introduciendo sistemas electrónicos más sofisticados. En la actualidad, la inyección indirecta sigue siendo muy común en los coches de gasolina, especialmente en aquellos con pequeñas cilindradas, gracias a su relación coste-beneficio.
Inconvenientes y ventajas de la inyección indirecta
La inyección indirecta tiene sus pros y contras. Entre los beneficios destacan su sencillez, su menor coste y el menor nivel de estrés al que se somete a los componentes internos del motor. En la cara negativa, este sistema es menos eficiente que la inyección directa, sobre todo a altas revoluciones, y puede causar un mayor consumo de combustible y emisiones contaminantes. Además, puede ser bien complicado afinar la carburación para sacar el máximo partido al motor.
Mantenimiento y reparación de la inyección indirecta
El mantenimiento de la inyección indirecta es uno de sus grandes puntos a favor. El sistema es más sencillo y por tanto más fácil de reparar y mantener, aunque también es cierto que tiende a dar menos problemas que la inyección directa. En términos monetarios, hablamos de un coste medio de reparación que puede oscilar entre los 100€ y los 300€, dependiendo del estado y modelo del coche.