El perfil bajo es un término comúnmente utilizado en la mecánica de coches para referirse a las llantas que tienen una banda de rodadura relativamente estrecha en comparación con su diámetro. Este tipo de ruedas se caracterizan por sus perfiles de banda de rodadura reducidos, ofreciendo un mayor contacto y agarre en la carretera. A pesar de que pueden parecer meramente estéticas, estas ruedas se desarrollaron originalmente para mejorar el rendimiento y la capacidad de manejo de los coches deportivos.
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Herramienta diferencial en el mundo de la automoción
El concepto de perfil bajo nació en la industria de la automoción en los años 70 y ha ido evolucionando con el paso de tiempo. Inicialmente, las ruedas de perfil bajo se montaban exclusivamente en coches deportivos de alto rendimiento. Sin embargo, su uso se ha extendido a una variedad más amplia de vehículos, incluyendo SUVs, vehículos comerciales ligeros e incluso coches de gran consumo.
Inconvenientes y ventajas de los neumáticos de perfil bajo
Aunque los neumáticos de perfil bajo suelen tener una apariencia elegante y deportiva, también presentan una serie de ventajas y desventajas significativas en cuanto a su rendimiento y durabilidad.
Ventajas
La principal ventaja de estos neumáticos es la mejora en la maniobrabilidad y el control en carretera a altas velocidades debido a un menor desplazamiento de la banda de rodadura. También, dada su construcción robusta, los neumáticos de perfil bajo son menos propensos a sufrir daños por cortes y pinchazos.
Inconvenientes
Existen algunos inconvenientes relacionados con los neumáticos de perfil bajo. Primero, suelen ser más caros que los neumáticos convencionales. Además, dado que tienen menos absorción de impactos, pueden resultar en un recorrido más duro y menos cómodo. También son más propensos a sufrir daños por golpes en los bordillos o por agujeros en la carretera.
Mantenimiento y costes asociados
El mantenimiento de los neumáticos de perfil bajo puede tener un coste medio. A pesar de que suelen ser más duraderos, su reemplazo puede suponer un coste más alto dado su precio inicial. También, debido al menor margen de error en su balanceo e instalación, estos normalmente requieren de un especialista cualificado para su montaje y desmontaje.